"Entiendo que la obra de César Aira es sobre todo una máquina lingüístico-dramática y al mismo tiempo una máquina paródica que en su funcionamiento se va posando sobre diversos objetos: la cuestión del indio y las relaciones de poder existen sólo en función del despliegue paródico y satírico del texto.
Una cuestión básica guía los procedimientos de esta apuesta de Aira: la de la traducción, entendida como “la forma extrema de cambiar de tema”.
Concebimos la puesta en escena sobre el mecanismo paródico del texto y desde allí avanzamos hacia un trabajo de “traducción” -en términos de Aira- hacia el espectáculo.
Si el texto satiriza de un modo feroz la construcción arbitraria de la otredad y su consecuencia inmediata -la discriminación-, la puesta en escena produce una cadena de ‘traducciones’ que incluso define la selección del aspecto físico de los actores.
El trabajo actoral toma los elementos básicos de la tragedia clásica, su modo no-realista de construir la escena, su impronta discursiva, sus tonos exacerbados, la participación del coro como contrapunto del personaje, y dispara sobre esto un trabajo paródico. Lo mismo sucede con el aspecto visual de la escena, tanto en la instalación escenográfica como en el vestuario, y en el trabajo sonoro que transforma las voces molestas de las mujeres en el contra-canto que toda parodia construye."

Ita Scaramuzza